SOBRE EL PRODUCTO
Este producto es exclusivo bajo pedido y su preventa estará activa hasta el 15 de mayo, y se estará enviando el 10 de Junio. Lo recibirás en cualquier lugar de Colombia entre 1 y 5 días hábiles luego del envío.
Autor: Carlos Alfonso López García
Reseña
Este tercer libro de Los perros necesitan LIBERTAD es el más extenso, porque implica exponer cómo adecuar todo lo expuesto en los libros anteriores, uno y dos, de acuerdo al/los ámbito/s específico/s en el/los que deseamos que el perro gestione su comportamiento de forma autónoma. Además aporta conocimientos extra y protocolos específicos respecto a cada uno de dichos ámbitos, para ajustar y llevar al máximo los resultados de la intervención comportamental de enfoque gestionalista. Imagina… ¿Imaginas que tu perro desarrolla capacidades que le permiten superar el miedo ante las cosas que antes se lo provocaban, o no tener ansiedad cuando se queda solo, hospitalizado o en un residencia canina? ¿Qué deja de ponerse agresivo al ver a otros perros por la calle o a personas enfrente de la puerta de casa? ¿Y que haga todo eso él sin que tú se lo tengas que pedir, sin que tengas que estar cerca siquiera? ¿Imaginas que sea capaz de elegir qué hacer cuando se queda en casa solo y que decide hacer cosas que le divierten, pero que están permitidas? ¿Qué te puedes olvidar de esconder el cubo de basura, de impedirle el acceso a los nuevos macizos de flores que acabas de plantar porque elige no tocarlos? ¿Imaginas que adquiere capacidades para hacerse amigo de esos otros perros con los que tanto le costaba relacionarse? ¿Qué aprende cómo jugar con el hurón o con el gato de casa de manera que los dos se lo pasen igual de bien? ¿Qué socializa con personas adultas y con niños como un auténtico gentledog con cuidado y delicadeza, controlándose sin tu ayuda? Estas situaciones son representativas de los tres ámbitos sobre los que se explica cómo trabajar en este libro: GESTIÓN EMOCIONAL, GESTIÓN DEL ENTORNO OBJETUAL y GESTIÓN DEL ENTORNOS SOCIAL de los perros. El enfoque gestionalista busca que el perro, ante el surgimiento de estímulos o situaciones que provocaban respuestas inadecuadas o insalubres, decida de forma autónoma, voluntaria y proactiva un rumbo de acción adecuado y saludable que le permita solventar eficazmente dicha situación o estímulo. Desde no comerse la basura del cubo cuando no hay nadie en casa, hasta no asustarse de un claxon inesperado, pasando por ser competente en un encuentro frontal con otros perros o personas desconocidas. El trabajo sobre las capacidades del perro de gestionarse a sí mismo –sus emociones- y a su entorno –físico y social- son una revolución en la forma de entender la educación canina que lleva los resultados a un nivel de eficacia, naturalidad, autonomía y solidez que hasta ahora era imposible alcanzar